DEPORTES
Mundial Qatar 2022

Tiene 28 años, nació en Quilmes y comparte alojamiento con la Scaloneta en Qatar

Jessica Costa es la única argentina que vive en la misma universidad donde se aloja la selección argentina, aunque no pudo ver ni de lejos a los jugadores.

Jessica Costa
Jessica Costa | Instagram: Jessucosta

La selección argentina está en la mira de todos en el Muindial de Qatar. Todos los hinchas que viajaron sueñan con ver a los jugadores de cerca, hacerles sentir el aliento, poder tener una foto de recuerdo.

Jessica Costa es la argentina que vive más cerca de la Scaloneta, La mujer que nació en la localidad bonaerense de Quilmes vive en la misma universidad donde se alojan los jugadore argentinos, aunque lo suficientemente apartados como para no cruzarse con ningún fan. 

Universidad de Qatar

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La argentina comenzó su historia académica en TEA estudiando periodismo,  después se recibió de licenciada en comunicación en la Universidad Nacional de Quilmes, en el conurbano bonaerense. En Buenos Aires comenzó a estudiar árabe pero decidió buscar otro lugar para aprender más y aplicó a una beca para viajar a Qatar.  “Estuve cinco años tratando de conseguirla”, cuenta Jessica a PERFIL. Dentro de la beca se le incluyó el pasaje, la residencia estudiantil en la universidad, tres comidas por día y dinero para cosas extra. 

¿Cómo empezó tu recorrido en la universidad de Qatar? 

Hay todo un tema de adaptación. Las primeras semanas se me hicieron difíciles porque tenía que acostumbrarme a muchas cosas, no solo que me estaba mudando a un país diferente y muy lejano. Me tenía que encontrar además con la ciudad, la vestimenta, la cultura, también me tenía que acostumbrar a una universidad que se maneja de forma totalmente diferente a lo que yo estaba acostumbrada en Buenos Aires. La universidad de Qatar es gigante donde todas las universidades están dentro del campus. Es tan grande que tiene un servicio de colectivos de siete líneas de colectivos internos. 

Colectivo universidad qatar

Un dato a resaltar es que existen colectivos para mujeres y otros para hombres y no pueden mezclarse. “Yo al principio cuando pasaba mucho tiempo esperando el femenino y no llegaba, le preguntaba al chofer del de hombres si me podía llevar y me decía que no. Incluso tomando el femenino a veces le pedía si no podía llevar alguno de mis compañeros y me decía que no, que no y que no. Después me enteré que si suben a un hombre a un micro de mujeres o viceversa tienen una multa alta los choferes de aproximadamente 500 riales que son más de 100 dólares y por eso se agarraban bien de la regla”, explicó.

Las primeras semanas de Jessica fueron complejas por el choque cultural de idiomas al estudiar en el extranjero. “Me enseñaban árabe en inglés entonces ahí era un doble trabajo a nivel mental.  Después, con el paso de los días sabiendo más palabras ya nos iban hablando más árabe con las palabras que habíamos aprendido, entonces si no te mantenías al día y no te aprendías todo el vocabulario que veníamos viendo era imposible seguir el ritmo”.

¿Cómo te recibieron las qataríes?

Me que me recibieron muy bien. Muchas veces cuando me subía a los colectivos y las chicas se me acercaban para preguntarme de dónde era o cuando había llegado, me hacían un montón de preguntas y yo también preguntaba. Cuando me tenía que bajar del colectivo me pedían que les pase mi número para ir a tomar algo o ir al gimnasio juntas.  Hay chicas de muchos países, de Egipto, de Jordania, entre otros que viven desde que nacieron acá aunque no tengan la nacionalidad. Me sorprendió porque no sabia cuán abiertas iban a ser.  

Las mujeres extranjeras sólo deben utilizar la vestimenta de las qataríes en sitios gubernamentales y religiosos. La vestimenta para las turistas es todo un tema. En una ocasión durante una conversación con una mujer  musulmana, muy conservadora, le comentó: “Vos te pones lo que quieras, mientras tengas más o menos los hombros tapados, que es lo que quizás a nosotras más nos choca. Para mí esta bien si vos no sos musulmana”.

Universidad de Qatar

¿Hay algo que extrañes de Argentina?

Comer unas milanesas, el asado. Aca la carne es bastante cara y milanesas no se consiguen. Tampoco encontré muchos restaurantes argentinos y los que hay, no son accesibles. Y es caro para nosotros pero también para el que vive acá, depende lo que gane. Para el qatarí no va a ser caro nada de lo que va a comprar al supermercado pero para una persona que viene acá a trabajar con un sueldo normal por ahí si. Por ejemplo, un kilo de carne cuesta aproximadamente 20 dólares. Los qataríes en general tienen mucho dinero porque tienen empresas o  puestos en el gobierno y pueden comprar en lugares de lujo. Por ahí un argentino que vive acá desde hace mucho tiempo compra un asado una vez a la semana. 

¿Qué piensan los qataríes sobre el mundial? 

La gente estaba muy contenta de hacer el Mundial. Lo esperaron por muchos años, construyeron muchísimas cosas y  se venían preparando en todos los sentidos. Había mucha ansiedad, sin embargo, algunos cataríes con los que hablé, se quejaban. Por ejemplo sobre el aumento de tránsito o la gran cantidad de turistas que  hay con otro tipo de vestimenta, o no sabían si iban los extranjeros a respetar el código de vestimenta o respetar su cultura. Yo no entendía lo del tránsito pero sí veo que aumentó mucho, los subtes casi siempre están vacíos y de repente se llena de gente. Muchas personas residentes también decidieron irse porque no saben cómo va a desarrollarse el mundial, entonces se van todo el mes. Para mi es una locura pensar que en el país que vivís se va a desarrollar el mundial y te vas a ir, pero bueno, ellos se sentían más seguros yéndose. 

Universidad de Qatar

¿Se entristecieron cuando Qatar fue eliminado del Mundial, como pasa en Argentina?

-Se sintió como un poco de tristeza pero nada más. A los qataríes les gusta el fútbol en el sentido de que cada uno pertenece a un equipo de fútbol de  la liga local e invierten bastante dinero en tener algunos directores técnicos, algunos  argentinos. También invierten en tener jugadores buenos y el catarí, hombre, no mujer, va a la cancha a ver a su equipo. Pero para ellos, es normal levantarse antes que termine el partido e irse. Eso para mí es impensado, pero es algo también que vimos.  En conclusión, les gusta, pero tampoco se desesperan por el fútbol y creo que tampoco tenían demasiadas esperanzas de que su equipo avance demasiado en el Mundial. 

NC CP